La planta de generación de energía AES en Guayama, Puerto Rico, se estableció con la promesa de traer empleos.
Las cenizas de carbón tóxicas se usaron de relleno en construcción.
Agencias locales y federales saben del nivel de toxicidad y no han tomado medidas.
El examen realizado exclusivamente con cenizas de carbón de la planta AES en Guayama concluyó que este desecho tiende a liberar metales pesados en concentraciones que exceden hasta 9,000 veces el límite de seguridad permitido por estándares federales, al entrar en contacto con líquidos y suelo.
Lea la noticia completa aquí: http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/trasfondo/article64866132.html#storylink=cpy